500 g de arroz blanco de grano largo
1 1/2 tazas de leche de coco
1 cucharadita de sal

Eche 2 tazas de agua en un wok (500 g).
Ponga una hoja grande
de papel de hornear en la base de un cestillo grande de bambú para cocinar al vapor y reparta el arroz por encima del
papel.
Ponga el agua a cocinar y, cuando rompa a hervir, coloque el cestillo encima del wok (no debe tocar el agua) y póngale
la tapa.
Cueza el arroz al vapor durante 35 minutos, dándole una vuelta hacia la mitad de eses tiempo; vaya reponiendo poco a poco
el agua que se vaya evaporando, si lo considera necesario.
Caliente suavemente la leche de coco con sal en un cazo de tamaño mediano.
Añada el arroz, cocido, llévelo a ebullición y remuévalo todo bien.
Tápelo con una tapadera que ajuste bien y retírelo del fuego.
Déjelo reposar durante 45 minutos o hasta que el arroz haya absorbido la leche de coco.
Extienda de nuevo el arroz en el cestillo de bambú forrado con papel de hornear y tápelo.
compruebe que el wok tenga suficiente agua y vuelva a cocinarlos al vapor otros 30 minutos.
El resultado es un arroz suave y ligero, de sabor delicado
Puede usar arroz con aroma a jazmín o basmati en vez del grano largo.
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