500 g de antemuslos en filetes
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharada de jerez seco
6 setas chinas secas
2 puerros pequeños
250 g de batatas
2 cucharadas de aceite de maní
1 trozo de jengibre de 5 cm en juliana
1/2 taza de caldo de pollo
1 cucharadita de aceite de sésamo
3 cucharaditas de fécula de maíz

Lave el pollo en agua fría, séquelo con papel absorbente y córtelo en trozos pequeños.
Colóquelo en una fuente con la salsa de soja y el jerez, tape y deje marinando durante 30 minutos en la heladera.
Ponga las setas a remojar en agua caliente cubriéndolas durante 30 minutos.
Escúrralas apretando para quitar toda el agua.
Elimine los tallos y córtelas en toras.
Lave los puerros para quitarles la tierra; corte los puerros y las batatas en rodajas finas.
Escurra el pollo y reserve la marinada.
Caliente la mitad del aceite en un wok y remuévalo para engrasar la base y los lados.
Eche con cuidado la mitad de los trozos de pollo y saltéelos brevemente hasta que estén dorados por todas partes.
Páselos a una cazuela de barro resistente al fuego; saltee el resto del pollo e incorpórelo a la cazuela.
Caliente el aceite restante en el wok, eche el puerro y el jengibre y saltéelos durante 1 minuto.
Agregue después las setas, la marinada, el caldo y el aceite de sésamo y remuévalo.
Incorpórelo todo a la olla de barro, añada las batatas y déjelo cocinar, tapado, a fuego muy lento durante unos 20 minutos.
Deslíe la harina de maíz con un poco de agua y añádala a la olla.
Déjelo cocinar, removiendo, hasta que la mezcla hierva y espese.
Sírvalo inmediatamente con arroz blanco o moreno cocido al vapor, o con fideos.
|