750 g de filetes de cerdo
1 cebolla grande, picada gruesa
2 dientes de ajo
1 tallo de lemongrass, sólo la parte gruesa de la base, picada
2 rodajas gruesas de galanga opcional
1 cucharadita de jengibre picado
1 cucharadita de comino molido
1/2 cucharadita de hinojo rallado
1 cucharada de cilantro rallado
1 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar morena
1 cucharada de jugo de limón, vinagre de malta o salsa de tamarindo

Ponga la carne de cerdo en el congelador unos 30 minutos para que se ponga firme.
Limpie la carne de grasa y de nervios.
Córtela a contraveta en tiras regulares muy finas.
Bata bien la cebolla en una procesadora.
Eche los dientes de ajo y el lemongrass y bátalos hasta que no queden grumos, añadiendo agua si es necesario.
Ponga la mezcla en un cuenco grande.

Ponga la galanga, el jengibre, el comino, el hinojo, el cilantro, la cúrcuma, la sal, el azúcar y el jugo de limón, remuévalos
Añada la carne y remuévala bien.
Guárdelo tapado en la heladera toda la noche, removiendo de vez en cuando.
Escurra, reservando la marinada.

Ensarte la carne en pinchos largos de bambú.
Cubra los extremos de los pinchos con aluminio para que no ardan.
Ponga las brochetas en una bandeja de gratinar fría y ligeramente aceitada; gratínelas a fuego medio-fuerte hasta que
la carne esté tierna.
Déles la vuelta de vez en cuando, rociándolas con la marinada.
Sírvalos con chutney de piña fresca.
|