500 g de lomo de cerdo
1 trozo de 5 cm de jengibre fresco, en láminas muy finas
1 cucharada de salsa de pescado
20 cebolletas
2 lechugas tiernas
1 pepino largo de piel fina, en rodajas muy finas
1/4 taza de hojas frescas de menta
1/4 taza de hojas frescas de cilantro
2 guindillas verdes sin semillas y en aros muy finos opcional
2 cucharaditas de azícar
salsa de limón y ajo

Ponga en una cazuela la pieza de carne de cerdo con el jengibre y la salsa de pescado y cúbrala con agua fría.
Tape la cazuela y deje que cueza a fuego lento durante unos 45 minutos o hasta que la carne esté blanda.
Saque la carne, escúrrala y déjela enfriar unos 15 minutos; tire el caldo.
Mientras esté cocinando la carne, limpie las cebolletas y córtelas en trozos iguales.
Ponga a hervir agua en una cazuela grande y, ayudándose con unas pinzas, blanquee las cebolletas, 2 o 3 cada vez, durante
1 minuto o hasta que se ablande.
Páselas a un cuenco con bastante agua helada para que queden tersas.
Escúrralas y póngalas bien extendidas, sin que se monten en una fuente hasta que las vaya a usar.
Corte el cerdo en rebanadas finas y éstas en tiras muy delgadas.
Si está demasiado caliente, póngase guantes de goma.
Extienda las hojas de lechuga de una en una y ponga aproximadamente una cucharada de tiritas de cerdo en el centro de
cada hoja.
coloque encima unas cuantas rodajas de de pepino, algunas hojas de menta fresca y el cilantro, un poco de guindilla y
espolvoree el azúcar.
Doble una parte de la lechuga para tapar el relleno, doble luego los extremos hasta que se toque y enrolle los envueltos
con cuidado.
Rodee y ate cada rollo con la parte verde de una cebolleta; corte el sobrante o dóblelo para que no sobresalga.
Repita este paso con las demás hojas de lechuga.
Ponga los envueltos en una fuente de servir y adórnelos con gajos de limón y salsa de ajo.
Si las hojas de lechuga tienen el nervio del centro demasiado duro por la base, quítelo para que pueda enrollarlas con facilidad.
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